My Chains (Reeditado)
Acaso alguien ha visto un ángel caer del cielo presto a atarnos o liberarnos a los castigos o recompensas de esta vida?
Tal vez la historia del ángel es increíble. Tal vez la historia de la vida misma lo es aun más…………
Es fácil empezar a sentir con el corazón si al despertar, la primera imagen que se ve es la de un cuerpo reposando sobre una cama. Despojado de cualquier movilidad y adornado con la sordidez sepulcral que emanan unos órganos que no se pueden mover pero están vivos. Y tal vez solo están vivos para recordar la infinita vanagloria del hombre, vanidad: colapso.
En cualquiera de los casos, ninguno sirve para nada. Probablemente este tipo de ruina sea más efectiva que la más inmisericorde plaga no humana que ataque esta trastornada civilización.
Parece una verdad marcada a pulso y firmada con la inexpugnable letra del destino. Destino que solo una conciencia sana podría cambiar. Pero, parece ya no existen conciencias sanas ni personas que reaccionen ante la montaña de fuego que se viene encima. Así será. El nuevo día llega. Se observa como a la distancia el sol empieza a tomarse el horizonte. Largos brazos de luz se ciernen en la pradera y en lo profundo, un color rojizo se difumina en el aire, se recalca en los ojos. Es impresionante ver la majestad de la naturaleza hasta que pensamos que somos lo mejor de ella. Ante semejante espectáculo, creado por el viento y los halos divinos, es inevitable que una lágrima comience a descender por el rostro. Desde los ojos hasta muy cerca de la comisura de los labios. Cada milímetro de piel recorrido, es un tramo de piel arrancado. Desollado. Cada instante en que una lágrima baja por el rostro es la remembranza del horror y asco que se acepta vivir a diario. De la inoperancia y permisividad que adorna la indulgencia, estúpida indulgencia.
¿Que más da todo esto? Si mas abajo de los labios ya no se puede sentir nada de lo que una lagrima provoca. Ese cuerpo que yace postrado en una cama, completamente inmóvil del cuello hasta los pies, no es capaz de sentir por completo el sufrimiento y dolor que produce una gota de alma recorriendo la agobiada y abusada carne humana.
Tan solo por un instante la agonía de la risa mentirosa es arrancada de tajo y después…..no se siente nada. Como en todas las cosas que tienen la mano humana tallada en el mango.
¿Como podríamos ser lo mejor de la naturaleza si el seudo mundo que inventamos, le ayuda a la propia madre tierra a aniquilarnos?
Sentimos el instante triste de la novedad. Olvidamos la trágica consecuencia. Despertamos olvidando el error. Nos acostamos con la tranquilidad de tener un crucificado……..sino trágico de la fatalidad humana.
Tan solo un paso más en busca de la eternidad. Un abismo nuevo que hemos de tragar completo. Otro golpe que se ignora. Otro dolor. Nuevo estuche, la misma cabeza…..La inmortalidad es ahora. Donde el credo se confunde con la manipulación. El rebaño busca la paz pero nos conducimos a la inoperancia. Eterno parecía el círculo. Así también la postración y la insensatez………..….pero, las especies compiten y la naturaleza es selectiva. No en vano nos tenían que dar un corazón que sintiera.