Quieres Creer?

Quien además de tu sabe si quieres creer?
Si en un instante de soberbia y orgullo los pensamientos engañan, nublando la objetividad y el buen juicio. Quien podrá sacarte de la intriga y ubicarte en la verdad?

Puedes mirarte a los ojos y evaluar la justicia de tus acciones, ¿acaso puede uno mismo ser juez de su propia manera de pensar?
Como decir que tus manos están agotadas de labrar tu vida, si la vida ni siquiera conoce el significado de la palabra cansancio.

Será mas fácil escuchar lo que el subconsciente quiere decir. Anda, toma la mano. No es un salto al vació. Tampoco es un salto a lo desconocido. ¿O si lo es? Y que más da, si a diario tiempo valioso se pierde, sin mala intención, pero también sin ninguna emoción.

Pregúntate si en realidad escuchas lo que tu cabeza te quiere decir o simplemente haces caso de todo aquello que la multitud grita. ¿Pretendes arrancar las uñas de las manos y convertir la incredulidad en un dogma de fe?
Como harás para saber de quien son los suspiros que te acechan? Como no confundir su cadencia y su forma de respirar? Acaso pretendes cometer todos los crímenes para asegurarte un lugar en la mente?

Podrás negarte a creer y será aun más difícil aceptarlo.
Pero al despertar, la luz entra de nuevo en los ojos, gotas caen sobre tu cabeza y la sangre, se derrama una vez mas, intentando descifrar el complejo ciclo de la vida.
Cuanto más aire ha de entrar? Respiras de nuevo una vez más, otra vez y otra vez, como siempre, como todos los días. Estarás sangrando los errores de ayer, si respiras las esperanzas de un futuro mejor.
Que decides? Palidecer y seguramente a morir, o exponerte a una sobredosis de realidad y arriesgarse a perder la cabeza. Pero acaso ya no la hemos perdido? Que nos hace mas daño? El oxigeno que va nuestro a cerebro o la sangre que lo lleva?
Parece un adefesio estar conciente si apenas te limitas a mover los brazos y piernas para satisfacer a los demás. No mereces respeto si actúas solo por lo que otros dicen, pero casi diría, que no se merece vivir si no aceptas lo que tu mente razona y te ofrece. Tu vida se forja en medio de otras. No es cuestión de elegir lo mejor de los otros, se trata de mostrarnos a nosotros lo mejor.

Seguro has ganado más de lo que te esperabas. Seguro que ni lo sabes. Acaso lo intuyes. Tampoco sabes cuanto has perdido. Pero no quieres creer.